Todos somos uke

Frecuentemente he leído y escuchado, "quien es buen uke, es buen nage".  Al principio creía que tenía que ver única o especialmente con que, conocer una técnica, permite tomar ukemi sin riesgo de lesionarse; pero esto me parecía sospechoso, confirmaba la idea de que hacer Aikido es hacer una buena coreografía, donde el mutuo acuerdo permite exhibir movimientos fluidos y bellos, y esta idea sobre el Aikido no me gusta mucho.
Tras reflexionar sobre lo que decía Waite shihan en un video (y luego de confirmar su insistencia al respecto en un seminario), comprendí un poco más sobre la importancia de tomar ukemi adecuadamente. Más que adaptarse a técnicas, el ukemi, comentaba el sensei, se trata de ser "honesto"; es decir, ofrecer energía, fuerza y contacto a nage, quien nos conduce con esa entrega que otorgamos. "Atacar" honestamente implica tener la intención de conducir el cuerpo y su energía con un sólo objetivo y conectar sin miramientos, hacer llegar el movimiento propio hasta su última consecuencia física cuidándose el uke a sí y a su pareja de práctica, ahí empieza el ukemi. Esto significa que la intención es conectar, en lugar de herir; fluir, en lugar de resistir; de proteger y protegerse, en lugar de competir.
Asímismo, comprometerse con llevar el movimiento hasta su última consecuencia, implicaría olvidarse de uno mismo, es decir que como uke uno se concentra en hacer fluir la energía y dejarla llegar hasta donde su impulso se termine luego de tomar ukemi. Todo esto ayuda a evitar concentrarse en lo que uno desea o espera, ya que al enfocar la atención en cómo tomar ukemi o en otra cosa, puede incrementar el riesgo de no hacerlo oportuna o adecuadamente.
Saotome shihan es otro de los maestros que me hicieron reflexionar en torno al ukemi, él afirma un uno de sus libros que éste es un buen indicador del desarrollo de un practicante en el tatami, quien entrena constante y disciplinadamente desarrolla su técnica y su ukemi, alguien que no se relaja lo suficiente puede lastimarse al caer o hacer técnicas ineficientes (la experiencia me lo ha enseñado).
 La cuestión es que quienes practicamos tomamos ukemi siempre;además, creo yo, el Aikido es un camino, un modo de hacer las cosas; más que un punto de encuentro, es un flujo sobre el que andamos muchos y fluye porque entrenamos constante e incesantemente. Y parte del flujo significa asumir el papel de nage y de uke constantemente, por eso hay flujo, si hiciéramos sólo una cosa, se convertiría en algo distinto del Aikido.
Si dejáramos en algún punto de tomar ukemi, dejaríamos de practicar; siempre están las dos facetas: nage y uke, pero es importante el ukemi para que la técnica exista, como no hay katas en Aikido, todo tiene que hacerse entre dos o más practicantes. Para mí, practicar ukemi es tan o más importante que practicar técnicas, creo que la práctica en solitario de las caídas ayuda mucho a conocer el propio balance, la relación con el peso del cuerpo y el suelo, a medir la distancia en espacios reducidos, etcétera. Sin embargo, la verdadera práctica del ukemi, llega con el contacto, la honestidad y la entrega con las parejas de trabajo en el tatami. 
De cualquier modo, lo más difícil siempre es atreverse a tomar esa caída que nos causa ansiedad o temor, conocer el propio cuerpo y conducirlo sin tensiones, naturalmente. Para esto ayuda mucho la práctica en solitario, siempre y cuando esté enfocada en aceptar el movimiento que iniciamos al asumir el papel de uke.
Como decía mi maestro, sensei Yesid, en una clase: "en Aikido todo lo que hacemos siempre es, relajarnos, equilibrarnos y resolver". Y eso se aplica a uke y a nage, creo además que Aikido se trata de cuidar, por eso como uke, aprendo a cuidarme primero de mis miedos, dejándolos ir, atreviéndome a tomar caídas nueva; en  segundo lugar, aprendo a cuidarme físicamente del suelo y de las consecuencias de que mi peso corporal se dirija hacia abajo y, tercero, aprendo a cuidar a quienes me rodean, evitando chocar o aplastar.
Recapitulando: 1)todos somos uke porque el flujo que es el Aikido se hace en relaciones, no en solitario; 2) la honestidad, el compromiso y la entrega, hacen que el ukemi sea auténtico y que el flujo efectivamente se mueva;3) la práctica en solitario ayuda a soltar ataduras para aplicarlas en el tatami y así poder 4) relajarnos, equilibrarnos y resolver, de manera que 5)nos protejamos espiritual y físicamente, protegiendo simultáneamente a los demás.
Felices caídas :)

Comentarios

  1. Me encantó la entrada :) En estos días quiero escribir sobre cómo estoy viviendo-sientiendo aikido útimamente...Sospecho que ya estás viviendo-sientiendo cómo tu aikido -al igual que tú mismo- cambia constantemente, a veces sentimos la necesidad de enfatizar una cosa en lugar de la otra. Claro, una también aprende que es importante no olvidar que cada movimiento y vivencia en aikido está conectada a algo mayor, se entreteje en un gran tapiz de cuyas dimensiones acaso no somos conscientes.

    En fin. Un abrazo. Feliz aikido.

    ResponderEliminar
  2. Jejeje apenas veo tu comentario, y es cierto, es muy curioso darse cuenta de que uno ha cambiado cuando nota que su aikido ha cambiado :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares